Moxibustión

La medicina tradicional china ha utilizado la moxibustión durante miles de años para tratar una amplia gama de trastornos. El registro más antiguo que se ha encontrado sobre la moxibustión está en el Zuozhuan, donde se relataba como el médico real trató al emperador Jin Jinggong en el año 581 A.C. Por lo general, está indicada en los casos en los que la acupuntura y el masaje no son eficaces. También puede ser usada cuando la persona tiene aprehensión a la acupuntura.

La moxibustión, como la acupuntura, además de ser una terapia eficaz, evita los efectos secundarios que pueden producir los fármacos químicos.

El concepto básico de la moxibustión es el de tratar las enfermedades estimulando con calor los puntos de los canales, haciendo que mejore la circulación de la energía (QI) y la sangre (XUE). En el libro Lingshu se relata: «La sangre cuando está caliente, circula, y cuando está fria, se estanca». Otros textos antiguos, señalan lo mismo, como por ejemplo, «cuando circula la energía, va la sangre, cuando queda estancada aquella, se retiene ésta; si la energía está caliente, la sangre circula bien, y cuando la energía está fria, se estanca la sangre». Todas estas teorías nos enseñan que la moxibustión tiene la función de calentar los canales, eliminar el frio y regular la circulación de Qi y sangre.

La moxibustión sirve además para desinfectar, calmar el dolor, eliminar lo tóxico y cicatrizar heridas. Se utiliza mucho para la prevención y el fortalecimiento de la salud. En los últimos años se ha logrado bastante éxito en la prevención de la apoplejía y la gripe.

La artemisa es la planta que utiliza la moxibustión como herramienta. La artemisa es de la familia compositae, que se produce en todo el territorio de China, las hojas secas y molidas son fáciles de encender y despiden al quemar un olor agradable, proporcionando un calor moderado y penetrante en la piel que llega a la profundidad de los tejidos.

En los meses de marzo, abril y mayo de todos los años, se recogen las hojas frescas y tiernas, se resecan y se muelen quitando los deshechos; el proceso se repite varias veces hasta que queda un polvo fino y suave. La mejor moxa es la que está bien molida y conservada muchos años.

El método principal, la moxibustión directa, utiliza conos de moxa directamente sobre la piel. La moxibustión indirecta (es la que normalmente utilizo) se suele aplicar con cigarrros de moxa o con diferentes tipos de quemadores, como las cajas de moxa, aunque también puede aplicarse colocando conos sobre láminas de jengibre o ajo, o utilizando conos especiales ya preparados que se pegan a la piel. También se queman conos de moxa sobre el ombligo con interposición de sal.

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